sábado, 20 de agosto de 2011

A TI

Sobre todo nos dedicábamos a hablar. Es cierto que alguna vez nos amamos, con amor carnal, pero eso fue lo de menos, porque eso, a veces, no es suficiente vínculo.
Nuestra verdadera necesidad de la otra, vino de aquel estar juntas, o de aquellas llamadas para charlar, para desahogarnos, para contar penas y alegrías, simplemente para enviar un beso...
Porque juntas éramos nosotras, dejábamos de ser el que cada día éramos, para convertirnos en ellas, en lo que soñábamos y deseábamos ser y dábamos rienda suelta a nuestro sentimiento oculto, a nuestra feminidad escondida, nos dejábamos ir, nos poníamos mimosas, cariñosas, éramos sensibles, débiles, coquetas...
Y eso era lo que nos hizo desearnos de verdad, desear aquellos encuentros, a veces fugaces, a veces largos, pero siempre intensos y hablábamos de cariñitos, de hacernos cositas, de ser malas, de ser poseídas, de entregar, de pedir, de deseos...
¿Me escuchas? Porque hablo contigo, te sigo buscando porque sé que existes y no renuncio a encontrarte.




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